LA PROFESIÓN
La Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) refuerza las disposiciones de la LOE, que establece como principios del sistema educativo, entre otros, la calidad de la educación para todo el alumnado, independientemente de sus condiciones y circunstancias. Y de llegar dónde la educación ordinaria no alcanza, se encarga precisamente la Educación Especial. Esta formación está dirigida a alumnos que tienen Necesidades Educativas Especiales (NEE) y que requieren, por un periodo de su escolarización o a lo largo de toda ella, determinados apoyos y atenciones educativas.
Según los datos publicados por el Consejo Escolar del Estado en su Informe 2017 sobre el Estado del Sistema Educativo, hay un total de 206.493 alumnos con necesidades educativas especiales. El 83% (171.303 alumnos) estudian en centros ordinarios donde reciben apoyo, y el 17% restante (35.190 estudiantes) están escolarizados en centros específicos de Educación Especial.
La atención del alumnado con Necesidades Educativas Especiales se realiza principalmente en los propios colegios, con objeto de mantener su inclusión. Solo en el caso de discapacidades o trastornos severos los alumnos son escolarizados bien en centros específicos o en unidades sustitutorias dentro de los centros ordinarios.
En el informe que ofrece el Consejo Escolar se detalla que hay registrados 1.427 centros ordinarios con unidades de educación especial, de los que 1.295 son de titularidad pública y el 131 son concertados, solo hay uno de titularidad privada. En cuanto a los centros específicos de educación especial hay un total de 473 centros. De ellos 196 son públicos, 274 son concertados y 3 privados.
Pueden ser muchas las circunstancias que hacen imprescindible este tipo de docencia: niños superdotados, con discapacidades físicas, intelectuales o sensoriales, o bien con dificultades de integración o conducta. El mayor número de alumnado con necesidades especiales corresponde a estudiantes que padecen una discapacidad intelectual (67.570 alumnos), seguido por los que presentan trastornos graves de conducta y personalidad (42.754 alumnos) y los que tienen trastornos generalizados del desarrollo (37.554 alumnos).
La atención y dedicación que necesitan los alumnos con estas necesidades es integral y hace indispensable tener profesionales capacitados para ello. En 2016, último año analizado, la educación especial ocupó a 8.684 docentes tanto en centros específicos como en ordinarios. De ellos, 5.185 lo hicieron en centros públicos y 3.499 en centros de titularidad privada.
Distribución porcentual del alumnado con necesidades educativas especiales por tipo de discapacidad en España y escolarización.
Curso 2015-2016.
En centros ordinarios
En centros específicos
1. TGD (Trastornos generalizados del desarrollo).
2. TGC/P (Trastornos graves de conducta/personalidad).
Fuente: Informe 2017 sobre el Estado del Sistema Educativo
¿Qué hace un maestro de Educación Especial?
La función principal de estos docentes es la de dotar paulatinamente a los alumnos de las herramientas necesarias para su crecimiento intelectual. Para ello, se valen de técnicas de aprendizaje diferentes y adaptadas al alumno y a sus capacidades. Elaboran planes individualizados, adaptan el contenido de las materias y su forma de impartirlas a las características de cada alumno y registran la evolución del niño.
Si el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) juega un papel cada vez más importante en la docencia en general, para la educación especial se han convertido en un elemento transformador por su capacidad de aportar un nuevo enfoque educativo. La adaptación de los formatos digitales, ya sean imagen, audio o video, al campo de la Educación Especial tiene una doble función. Ya que, el uso de la tecnología brinda y aumenta la autonomía de estos alumnos, pero, además, les sirven como vía de expresión con el mundo exterior, uno de los desafíos más importante a los que se enfrenta.
Prueba de ello, es el uso de Sistemas Alternativos y Aumentativos de Comunicación (SAACs) en niños que padecen Trastorno del Espectro Autista (TEA). Las aplicaciones de estos métodos han demostrado su eficacia en el desarrollo del lenguaje y la comunicación bidireccional, algo que suponía hasta hace poco tiempo, años de terapias y esfuerzo.
Salario
El salario de un maestro de Educación Especial oscila entre los 27.000 euros y los 33.000 euros si trabaja en centros públicos (puede haber una diferencia de hasta 400 euros mensuales dependiendo de la CCAA donde ejerzan).
En centros concertados y privados el sueldo de estos profesionales es menor, y se sitúa entre los 20.000 y 22.000 euros anuales. A los que se suelen añadir algunos complementos.
En cuanto a los Centros de Atención Especializada, los educadores perciben un salario que ronda los 17.000 euros anuales.
Salarios por niveles educativos y centros.
Salidas profesionales
Los maestros de Educación Especial trabajan principalmente en centros de Educación Infantil y Primaria, Institutos de Educación Secundaria y Centros Específicos de Educación especial.
Como especialistas en la formación de alumnos con Necesidades Educativas Especiales (NEE) pueden intervenir en Centros Educativos trabajando como: tutores en un aula especifica de Educación Especial (MAE), maestro de apoyo a la inclusión (MAI), personal de apoyo, docentes en programas de cualificación profesional inicial (PCPI); docentes de formación para la transición a la vida adulta y laboral. Como parte del equipo de Orientación en Educación Infantil y Primaria, y de los Departamentos de Orientación en Educación Secundaria.
Otra opción profesional es trabajar en ámbitos donde los alumnos requieren una especial atención: hospitales, circos, centros penitenciarios, internados escolares...