LA PROFESIÓN
Los orientadores psicopedagógicos se ocupan de guiar a los estudiantes en su etapa de aprendizaje. Su papel es cada vez más importante, pues su trabajo no se reduce a la atención de los alumnos en el colegio o el instituto, sino que la orientación psicopedagógica se esboza como un proceso de ayuda continuo, con objeto de potenciar el desarrollo humano.
Los Servicios de Orientación Escolar y Vocacional nacieron en los setenta con la Ley General de Educación. Con la LOGSE los Departamentos de Orientación (DO) llegaron a los institutos y la figura del Orientador se convirtió en algo esencial en la vida escolar. Con la LOMCE se implantó el Consejo Orientador que, a través de informes, se encarga de comunicar al alumno y familias la consecución de competencias y objetivos por parte de este.
A pesar de esta evolución legislativa, el número de orientadores en nuestro país sigue siendo insuficiente para cubrir toda la demanda existente. Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Pedagogos y Psicopedagogos de España denuncian que en muchas comunidades autónomas la ratio es de un orientador por 700 alumnos cuando desde la UNESCO se pide que haya un ratio de 1 orientador por cada 250 alumnos.
En los últimos años el orientador se ha convertido en una figura importante en la etapa educativa. No solo por ofrecer ayuda en cuanto a la elección de estudios superiores o en la detección de problemas de aprendizaje, sino también como figura clave para luchar contra el abandono escolar y para realizar acciones preventivas en cuanto al acoso escolar, drogadicción, tecnoadicciones y otras problemáticas sociales que pueden afectar a los alumnos.
Según un estudio realizado en 2012 a más de 2.000 profesionales para conocer cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan en su trabajo, la falta de tiempo es el principal hándicap, seguido por la escasa colaboración de las familias (sobre todo en Secundaria) y la poca atención que recibían por parte del equipo directivo del centro. Citaban también como otros obstáculos, que no habían recibido suficiente formación como orientadores, que las familias demandaban respuestas que van más allá de sus funciones y la escasa colaboración de los tutores en los centros.
Obstáculos para cubrir las necesidades de orientación de las familias y porcentaje de orientadores que los consideran bastante o muy importantes.
(1) La orientación familiar no es mi función (2) No he recibido suficiente información (3) Escasa colaboración de los tutores (4) Escasa colaboración del equipo directivo (5) Las familias demandan respuestas que van más allá de mis funciones (6) Escasa colaboración de las familias (7) Falta de tiempo
Fuente: Cobertura de necesidades de orientación y tutoría en la Educación Obligatoria: estudio en nueve comunidades autónomas. Revista de educación, 2012.
¿Qué hace un orientador psicopedagógico?
Las tareas que realiza un Orientador Psicopedagógico se agrupan en tres bloques fundamentales: detección de necesidades educativas y trastornos de aprendizaje de los alumnos, acción tutorial con programas complementarios a la enseñanza académica y orientación académica y profesional.
Para detectar si hay algún tipo de trastorno o dificultad en el aprendizaje (dislexias, altas capacidades intelectuales, retraso cognitivo, disfunciones motoras, asperger, autismo…) realizan evaluaciones psicopedagógicas, pruebas de capacidad intelectual, de comprensión lectora... y hacen seguimiento de cada alumno en colaboración con los profesores.
También elaboran diferentes programas complementarios a la enseñanza académica, para informar y ayudar a los alumnos: planes de educación para la salud, prevención de drogodependencias, de enfermedades de transmisión sexual, alimentación saludable, prevención de la violencia, acoso sexual...
Y ofrecen a los estudiantes información de todas las alternativas que hay en el sistema educativo para asesorarles en los itinerarios y opciones que pueden elegir en el futuro (carreras, títulos de FP, otros estudios…) y sobre cómo evoluciona el mundo laboral.
La atención que prestan a los alumnos varía en función de la etapa educativa en la que se encuentren. En la etapa Infantil suelen centrarse en la detección precoz de dificultades y trastornos. En la etapa Primaria es clave la educación para la salud, la orientación, las técnicas de estudio, las dificultades de aprendizaje y la atención a la diversidad. A partir de Secundaria tiene más peso la orientación académica y profesional. Ayudan a los alumnos a elegir las materias más adecuadas según el itinerario formativo que quieran seguir.
El orientador también puede trabajar con las familias mediante el asesoramiento y la participación en el desarrollo de programas de formación para padres.
Salario
El sueldo de este profesional se sitúa entre los 24.000 y 30.000 euros anuales. Dependiendo del tipo de centro para el que trabaje (público o privado) y la Comunidad Autónoma donde resida.
Salidas profesionales
En educación: centros educativos de enseñanza reglada, en los Servicios de Atención Psicológica universitarios, en Escuelas Infantiles, formador en cursos de Formación Profesional, en investigación universitaria, en consultoría educacional, dando charlas sobre educación sexual, drogas...
Por posiciones: en pedagogía terapéutica, o para la Administración.
Otras salidas: técnico en Orientación Laboral, en la elaboración de materiales para editoriales o en el departamento de Recursos Humanos, de perito judicial, orientación laboral, centros médicos, gabinetes psicopedagógicos, geriátricos, centros penitenciarios y de acogida de menores, etc.